reflexion del evangelio No hay más de un misterio
Nos ha hecho este don para que hablando a Todopoderoso en la oración nunca separemos de él a su Hijo, y para que el cuerpo del Hijo, al orar, no se separe de su dirigente; para que Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Altísimo, sea el único salvador de su cuerpo, y al mismo tiempo el que Ahora por nosotros, Ya en nosotros y es orado por nosotros.